Una Vida Sembrada
Lagrimas. Risa. Enojo. Alegría. Chisme. Confesiones. Aprendizajes. Ignorancia. Hilaría. Cultura. Llamadas. Confuso. Rito. Claridad. Amistad. CRECIMIENTO.
Muchos de los mejores momentos de estés dos últimos años de mi vida han estado con ellos. Nos encontramos con nuestras ideas, personalidades, y identidades y permitimos que el trabajo y el tiempo en Semilla nos forme. Hemos cambiado como individúes tanto como grupo. Estoy orgullosa a nombrarme exSemillera y una amiga de cada uno de ellos.
Eso es nuestro logro y también una bendición, mientras transitamos a las nuevas etapas de la vida. Ya no somos Semilleros y Semilleras pero seguimos enraizadas, sembradas y creciendo.
No voy a morir una vida no vivida.
No viviré con miedo
de caerme o incendiarme.
Elijo habitar mis días,
para permitir que mi vida me abra,
para hacerme menos asustado,
más accesible;
para soltar mi corazón
hasta que se convierte en una ala,
una linterna, una promesa.
Elijo arriesgar mi importancia,
a vivir para que lo que vino a mí como semilla
pasa al siguiente como flor,
y lo que vino a mí como flor,
continúa como fruta.
Dawn Markova
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